El periodista Rodolfo Walsh en una publicación del año 1967, reprodujo documentación del gobierno peronista de cómo se organizaron en La Pampa las milicias obreras para defender al gobierno de Juan Domingo Perón durante el golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955.
Norberto G. Asquini
Hay otro documento donde se habla de las milicias populares que se llegaron a constituir en la provincia Eva Perón. Pertenecen al KEES, que fue el último servicio de informaciones creado por el gobierno peronista antes de su caída y funcionó hasta el 19 de septiembre, según indica Rodolfo Walsh en “El último servicio secreto de Perón”, publicado en la revista Todo es Historia en el año 1967. KEES probablemente empezó a operar después del fallido alzamiento del 16 de junio. Según Rodolfo Walsh, los motivos de su creación son conjeturales: es verosímil que Perón desconfiara de los servicios militares de información.
Este servicio actuó principalmente como centro de escucha –y quizá de control– de las transmisiones que se efectuaban, a través de la Red Radioeléctrica de la Policía Federal, la Dirección Nacional de Seguridad, el Comando de Represión y la propia policía. Ocasionalmente monitoreó las redes del Ministerio de Marina, Prefectura y policías provinciales. Contaba, sin dudas, con personal adiestrado, militar o policial.
Walsh indica que “una de las más graves imputaciones que los revolucionarios formularon contra Perón fue el propósito de crear milicias obreras. Si nos atenemos a la información de KEES, la idea existió, aunque en estado larval”.
Uno de los cables del KESS fechado a las 14.35 del 17 de septiembre, indicó que desde la Central de ese servicio se ordenó a Santa Rosa: "Comunique al señor gobernador de parte del señor Ministro del Interior, que refuerce por todos los medios la colonia penal y si es necesario que arme civiles". Desde Santa Rosa se le contestó: "La CGT tiene hombres armados en la calle para cualquier novedad".
Para entonces, se hablaba de algunos piquetes obreros. A las 21 de ese día, el KEES anotó: "Se ha tenido conocimiento de que las autoridades de la C.G.T. han solicitado a todos los secretarios gremiales la entrega con carácter de muy urgente, de listas con las personas de absoluta confianza dentro de cada gremio para la constitución de reservas".
Walsh afirma al finalizar su artículo que “la idea de las milicias prosperó sólo en Santa Rosa. En la noche del 18, fueron disueltas por orden del Regimiento 13, que era leal”.
(Publicado en el libro "Días de odio")
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