Antonio Buira nació en Marsella en 1884 cuando el barco que transportaba a su padre, Cipriano, recaló en ese puerto rumbo a América. Cipriano era un español que había combatido por la causa de la República en ese país y tuvo que irse de su país por persecuciones políticas.
Buira pasó por Santa Fe, Córdoba y llegó a La Pampa a comienzos de siglo con su familia, ya nacionalizado, alfabeto y de profesión agricultor, según constaba en su pasaporte. Tenía una formación socialista heredada de las luchas de su padre y comenzó su acción dentro del territorio a través de la defensa de los agricultores en 1912.
Ese año se produjo en el espacio pampeano la primera movilización de los chacareros motivada por una mayor participación en el ingreso agrícola. Nacida en Santa Fe en junio de ese año, “el grito de Alcorta” se extendió hasta las márgenes pampeanas y en el Territorio de La Pampa se desarrolló entre agosto de ese año y febrero de 1913. De la agitación nació la Liga Agraria como organización de defensa de los intereses de los agricultores arrendatarios territorianos.
Buira organizó la Liga Agraria de Uriburu el 18 de agosto de 1912 en la colonia Inés y Carlota, donde tenía una chacra. Ese mismo día en Trenel se formaba el núcleo principal de los liguistas del norte bajo la presidencia del máximo dirigente chacarero: Luis Denegri.
En Uriburu el 15 de septiembre se realiza la asamblea general de la Liga Agraria “de Uriburu” con 1.000 colonos de la zona donde queda fundada y y se elige la comisión integrada por Domingo Manovela como presidente, Eliseo Tarquini como vice y Buira como secretario general.
Si bien la ideología no parece haber ejercido influencia en la movilización, entre los chacareros emergen ciertos líderes, en su gran mayoría agricultores, algunos de estos imbuidos de ideologías dominantes en la época entre las clases subalternas como el socialismo. De los socialistas como Denegri o Buira se observa fundamentalmente las orientaciones brindadas.
La Liga medió ante los propietarios y comerciantes para obtener rebajas en el precio de los arrendamientos y en la modificación de contratos de las cláusulas restrictivas o extorsivas y de no ceder a los reclamos se declaraban en huelga paralizando las actividades agrícolas.
En enero de 1913 cuando comienza el levantamiento de la mayor parte de la cosecha triguera ya se ha afianzado la acción de los chacareros en las secciones de la zona centro. La Liga de Uriburu, mejor organizada bajo la dirección de los socialistas y chacareros identificados con esta ideología, comienza en varias colonias a negociar nuevos contratos.
Buira será uno de los promotores de una importante reunión el 25 de enero con el juez letrado Alfredo Torres en Uriburu, los colonos y los propietarios para llegar a un acuerdo. La Liga que agrupaba también a colonos de Anguil y Quemú negociará con una comisión oficial llegando a un acuerdo con mutuas concesiones donde surgirá un inédito manejo jurídico ante los embargos mediante el cual los chacareros endeudados quedaban como depositarios de cosechas, animales y útiles de labranza hasta saldarlas.
Agricultores conscientes.
La huelga quedó terminada sin hacerse desalojos, pero los problemas continuaron subsistiendo. Desde Anguil el 11 de febrero se informaba que “a raíz de un incidente entre los colonos y los propietarios del campo Torillo, el secretario de la Liga Agraria Antonio Buira, en vista de que no podía llegar a un arreglo, propuso la creación de un tribunal arbitral, compuesto, en representación de los colonos por el señor Pedro Pico, y por parte de los colonizadores, el señor Nicolás González Luján” del campo de la Espiga de Oro de José Drysdale. La Liga Agraria realizó varios arreglos de contrato en las colonias Ines y La Carlota, las colonias Anguil, Santa Rosa, Uriburu y Quemú.
La prensa manifestaba que Buira “es objeto de grandes manifestaciones de aprecio por su actuación correcta observada en los diferentes arreglos efectuados personalmente. Con estos hechos se demuestra que la liga Agraria de Uriburu no esta compuesta de agitadores, como lo han manifestado los diarios locales, sino de agricultores concientes, que buscan el bienestar de sus colonias”.
Con el cese paulatino del conflicto y a pesar del empuje inicial, la Liga Agraria no llegaría en esos años a una acción consolidada hasta finalizada la década y durante la I Guerra Mundial quedó desmovilizada.
Buira comenzaría entonces su acercamiento al naciente Partido Socialista en Santa Rosa, organizado bajo la influencia del abogado Pedro Pico. Como hombre volcado al gremialismo, no sólo continuará actuando con el sector chacarero sino que extenderá su labor a tratar de organizar otros sindicatos como los carreros y estibadores de Winifreda y manteniendo también reuniones con los obreros de esa localidad.
Un pionero cooperativista.
Bajo la dirección de la Liga Agraria, las secciones mejor organizadas lograrían impulsar poco después el primer movimiento cooperativista agrícola del Territorio en 1913. Los liguistas intentarán constituir secciones cooperativas de consumo y producción a los fines de suprimir los intermediarios y abaratar costos para los socios.
En febrero comienzan a formarse en varios pueblos seccionales de la Sociedad Cooperativa “El Porvenír Agrícola Compañía Limitada”.
Los chacareros de la colonia Inés y Carlota constituirán una en Uriburu en septiembre durante una reunión con la presencia del gobernador Felipe Centeno. Sus directivos serán Domingo Manovella, Benito Dolce, Antonio Buira, Casimiro Pellegrini, Amadeo Guritz y José Cairati. No pocas veces los arrendadores y comerciantes tratarán de impedir sus operaciones.
Con préstamos y sin ayuda estatal que se les negó, se levantó un edificio de siete habitaciones y un galpón. Sin embargo, los duros embates mermarán el entusiasmo.
Cipriano Buira comentará: “no se pudo obtener la personería jurídica y los chacareros deudores fueron aconsejados por los comerciantes para que no le pagaran a la cooperativa”.
Con la mala cosecha de 1914-1915 el sueño cooperativista se derrumbó y las deudas terminaron con las secciones liguistas. En febrero de 1915 quebró la cooperativa. Los mismos chacareros que pusieron dinero como socios iniciarán juicios “por defraudación” al ver que sus cuotas no serían devueltas con ganancias. Buira, como otros dirigentes, tuvo que cumplir con las obligaciones contraídas poniendo dinero de su bolsillo y perdiendo parte de su capital. Sus fundadores quedaron bajo juicio hasta 1917 cuando fueron sobreseídos.
Buira también fue colaborador y columnista del diario Germinal, órgano de prensa del PS de Santa Rosa. En julio de 1917 durante el Primer Congreso de la prensa territoriana reunido en la capital pampeana representó al periódico como delegado y participó de las resoluciones de aquel cónclave. Además participó del primer Congreso Agrario en Santa Rosa en 1917 donde comenzó a vislumbrarse el reclamo por la tierra para los arrendatarios pampeanos.
En la huelga del 19.
A mediados de 1918 nuevamente los desalojos en Inés y Carlota y los productores azotados por la situación de posguerra dieron pie a la reorganización de la Liga. El 15 de septiembre hubo una reunión en el Teatro Español de Santa Rosa y nuevamente el gremio comenzó a actuar. Esta vez con una conducción centralizada, Buira continuó como su secretario junto a Denegri que permaneció de presidente.
Allí expondrá que era ya “es indispensable es fortalecer las bases de una sólida organización agraria” y comienza a promoverse el nuevo grito de batalla liguista: “la tierra para quien la trabaja”.
Como orador recorrerá el campo: habla como orador y ayuda a organizar las secciones de Inés y Carlota, Mayer, Colonia Baron, Cereales, Naicó…
El año 1919 fue signado por la violencia generalizada que comenzó en enero con “la Semana Trágica” en Vasena y esa agitación se extendió a los campos. La Liga decretó la huelga en febrero pidiendo prórrogas para los desalojos y una moratoria.
Buira recordará años más tarde: “la FAA que en un principio se negó a participar en ese movimiento, cuando vio que sus secciones decretaban la huelga y se adherían al paro decretado por los agricultores pampeanos, oficializó el paro y trató de orientarlo hacia la obtención de la rebaja de arrendamientos, mientras que la Liga Agraria se mantenía firme en sus propósitos iniciales, que era obligar al parlamento a dar una legislación agraria, y así lo establecimos en un petitorio elevado al Congreso, posteriormente la FAA abandonaba su propósito de rebajas en los arrendamientos y también hacia suyo nuestro petitorio”.
Al grito de ¡no arar, no sembrar! se paralizan los trabajos agrícolas. Varias asambleas son dispersadas por la policía. Buira es orador en todas: ante 400 colonos en Trenel, ante 600 en Castex, ante 500 en Bernasconi.
A mediados de abril el ministro de Agricultura, Demarchi, emprende una gira por la región pampeana y el 19 de abril mantuvo una asamblea con los chacareros territorianos en el Teatro Español. Allí pidió volver al trabajo y criticó a los agricultores por su “actitud de rebeldía”.
Buira fue el vocero de los liguistas retrucándole haberlos llamado “agitadores” y leyó un contrato donde dejaba en claro la situación de los colonos pampeanos ante la ovación del público presente.
El 30 de abril ante la falta de respuesta del gobierno los chacareros se reúnen otra vez en el Teatro Español y deciden continuar y profundizar la huelga. Pero en mayo la represión policial y judicial del gobierno radical da por tierra con la Liga: detenciones masivas de huelguistas y procesos a los dirigentes chacareros termina poco a poco con los focos huelguistas.
Buira es detenido junto a otros dirigentes en Santa Rosa por varios días. Sin embargo, será después uno de los pocos liberados ya que otros purgaron cárcel por algunos años.
Política y balas.
El dirigente continuó en la política santarroseña y en marzo de 1920 será candidato como concejal del PS junto a Pedro Pico, Hugo Nale y Luis Glerean. El 21 de marzo triunfaron los radicales obteniendo 430 el primer candidato mientras que Pedro Pico fue minoría con 340, en tanto 305 votaron por Buira.
La labor de Buira en lo gremial continuará. En enero de 1921 vuelve a intervenir en un conflicto de los estibadores en Winifreda, en lo más álgido de las huelgas de trabajadores rurales contra los cerealistas y de la represión policial en los Territorios Nacionales. Durante una reunión la policía toma por asalto una de sus reuniones y “ante un grupo de obreros y gente extraña al movimiento, el sargento Guzmán manifestó su gran deseo de liquidar al ciudadano Buira y Buira fue el que con su acostumbrada serenidad e inteligencia solucionó el conflicto sin necesidad de liquidaciones”.
Los estibadores solicitaron a Buira como delegado para que arreglara las condiciones de trabajo con los ceralistas ya que no tenían gremio. Tras una negociación el 21 de enero con los patrones, los huelguistas no aceptaron las condiciones y se agravó la situación.
Otra vez “se dirigió Buira al sitio indicado y se encontró con todos los lobos reunidos -policía y cerealistas- que estaban deliberando. Ni bien llegó empezaron su ataque en forma bastante grosera e insolente, provocándolo a cada instante indirectamente con el bajo y ruin propósito de sacarlo de en medio en cuanto se acalorara. Pero el compañero Buira que conocía la clase de pájaros con que trataba, supo con la serenidad que le es característica, repeler los ataques que se dirigían haciendo ver a esa gente de que no porque se sea obrero carece de educación”. Poco después se celebró otra asamblea y se solucionó el conflicto con un petitorio de tres puntos a favor de los obreros.
El vuelco.
En abril de 1921 los hermanos Buira renuncian como socios del PS santarroseño. Allí se produjo un vuelco ideológico en ambos. Mientras que Antonio comienza a militar en el ideal comunista, su hermano Demetrio continúa en las agrupaciones tradicionales y es elegido como concejal por la minoría en Anguil en agosto de ese año.
Sin embargo, Antonio continuará ligado a los movimientos chacareros. El 18 de agosto de 1923 da una conferencia en la colonia Inés y Carlota por una nueva celebración de la Liga Agraria.
La vinculación con la colonia es permanente. Para noviembre de 1924 ante las pérdidas registradas por los agricultores por la sequía integrará la comisión que dirige a “Los Agricultores Unidos” de esa colonia. Ante una asamblea de más de 300 colonos vuelve a levantar la bandera de los oprimidos contra la explotación y organiza un movimiento general otra vez bajo el lema “la tierra para el que la trabaja”. El movimiento se extiende una vez más ante la pasividad de la Federación Agraria Argentina y se reclama por prórrogas, rebajas de arrendamientos y ayuda gubernamental.
El 7 de enero de 1925 hay otra gran asamblea en el teatro Florida de Santa Rosa con la presencia de cerca de mil colonos. Buira, a pedido de los agricultores “prestó su concurso para la organización de esta gran asamblea, final de una serie de conferencias y reuniones que se han realizado desde dos meses a esta parte”. Nuevamente integra la comisión central como secretario reclamando semilla y participa en el petitorio que envían al ministro de Agricultura, Tomás Le Bretón.
Chacarero y orador.
A mediados de año todavía los problemas no están solucionados ante la falta de semillas. El 4 de junio vuelve a reclamar “por más de seiscientos” agricultores tras un acto y a pesar de multitudinarias reuniones en Mayer y en la zona sur, en julio se apaga el movimiento y sólo unos pocos pudieron arreglar sus problemas.
Para 1926 lo encontramos al frente de una chacra en Cachirulo que cultivará por algunos años más. Allí seguirá en la política y también formó parte de la comisión directiva del Club Atlético Defensores de esa localidad.
Participará todavía de algunos mitines socialistas como en Toay el 16 de enero de 1927 ocupando la tribuna como orador contra las trabas impuestas por la mayoría radical al concejal del PS.
Su participación gremial continuará al lado de los chacareros. En febrero de 1927 se entrevista con el gobernador Laza a pedido de varios colonos de Inés y Carlota por reclamos de desalojo. Logra también una moratoria para varios arrendatarios de la zona.
Seguirá siendo un orador buscado para las tribunas gremiales y del PS y así en julio de 1927 habla en movimiento un agrario de Mauricio Mayer, Baron y otras localidades vecinas y en julio durante el triunfo socialista de Lordi y Corona Martínez en la capital territoriana.
En los años ‘30 cuando la crisis agropecuaria fomentó el éxodo masivo de los campos pampeanos, Buira dejó su chacra y se mudó a Buenos Aires. De sus pasos siguientes se sabe que ocupó un puesto en Agricultura del gobierno bonaerense en los ‘40 y fue cesanteado por sus ideas de izquierda. Su hermano llegó a ser un prominente dirigente del socialismo bonaerense y fue elegido en 1931 diputado nacional por el PS Independiente.
El 18 de agosto de 1962, en su memoria y la de quienes lo acompañaron en la utopía de organizar un movimiento de los “trabajadores del campo”, su paso por la historia pampeana quedó perpetuado en el busto que se encontraba erigido hasta hace poco tiempo junto al Club Juventud Unida de Inés y Carlota.
(Publicado en Caldenia)
en la liga agraria estaba tambien mi bisabuelo MIGUEL HAAG, tal como se lo ve en una foto del libro de la historia de Colonia Baron.
ResponderEliminarDisponen de mas informacion relativa a la actuacion de HAAG, mas fotos, etc.
danielgrillo@speedy.com.ar
gracias !!!
Antonio Buira fue el primo de mi abuelo, que lindo encontrar este texto. Y qué orgullo, yo que vivo en el monte, en Córdoba, entiendo un montón de cosas de mí un poquito más que antes.
ResponderEliminarSaludos!
Alvaro Buira