miércoles, 11 de agosto de 2010

1963: El año de la "rosca" (II)



Norberto G. Asquini

Las conversaciones para un posible frente electoral continuaron entre algunos dirigentes de la UP y los ucristas. A pesar de la censura de los sindicalistas combativos que veían con malos ojos esa confluencia. En tanto, Ananía decidió alejarse de una candidatura y el 23 de mayo, la UP proclamó la fórmula Mariano Fernández para gobernador y Meana como vice.
El 18 de junio, los "popes" peronistas y ucristas se reunieron en Castex para consensuar una lista conjunta. Fue dos días después de que Amit sufriera un accidente en Luján a bordo de un Falcon. Estuvieron Amit, Fazzini y Valenzuela y Ananía, Meana, Serralta, Mónaco y Mariano Fernández, entre otros. Amit pidió que lo votaran a él, y la UP que la fórmula fuera Fernández-Carlos Mattiauda.
El 20 de junio se realizó la convención de la UCRI con el faltazo de los delegados piquenses. Allí se ratificó la adhesión a Solano Lima, lo que provocó una sangría en sus filas, sobre todo en el norte.
El domingo 30 de junio, 37 delegados de la UP discutieron las alianzas y fue unánime la resistencia a Amit.

El voto en blanco.
Pero el gobierno nacional decretó prohibiciones para la UP, proscribió a los neoperonistas para cargos ejecutivos y sólo se les permitió competir para legislativos. Perón ordenó el voto en blanco y así se resolvió en el partido. El 3 de julio, a cuatro días de la elección, los medios publicaron la resolución. En tanto, el PSV y el PC también convocaron a votar en blanco en La Pampa, como los ucristas alejados de Amit.
El 7 de julio se realizaron los comicios y se impondría el radical del Pueblo, Arturo Illia, para presidente, con el 25% de los votos. La vuelta a la normalidad constitucional llevó la mácula de la falta de legitimidad del mandatario.
Para la primera magistratura, en La Pampa el voto en blanco sumó 24.963 boletas, mientras que la UCRI fue la primera minoría con 24.256, convirtiéndose en una de las pocas provincias donde ganó esa fuerza.
Para gobernador se impondría otra vez Amit con 24.514 votos (30%) y la UCRP sacaría 18.906 (23%). La primera minoría sería el voto en blanco con 25.666 sufragios (31%). Ante la cantidad de votoblanquismo y la dispersión de los apoyos, a Amit no le alcanzó para reunir los electores propios necesarios para ser designado por mayoría en el colegio electoral: ese cuerpo quedó conformado por 18 representantes de la UCRI, 14 de la UCRP, 4 de Udelpa y 4 del PDC.
Pero la orden de votar en blanco para los peronistas llegó tarde, o algunos no quisieron cumplirla. La UP consiguió con escasos votos tres diputados provinciales y un concejal en Santa Rosa.
En Santa Rosa se impuso la UCRI para concejales -esa vez de entre los ediles se elegía el intendente- con el 37% y logró 5 bancas de 9. La UP obtuvo el 9% y el voto en blanco llegó al 30%. En General Pico el peronismo fue más "fiel" a las órdenes. El voto en blanco trepó al 35% y la UP apenas tuvo el 4%. Ganaría la UCRP con el 36%.

La gran rosca.
Comenzó en los días siguientes una trabajosa negociación entre los partidos para definir el nombre del próximo gobernador. Frente a un colegio electoral enrevesado, comenzaron las reuniones y charlas. Los radicales del Pueblo decidieron votar a sus propios candidatos. La UCRI habló con el PDC -en La Pampa no se adoptó el criterio de apoyar la fórmula radical con más votos como sí a nivel nacional- y con Udelpa. Se hablaba de la posibilidad de una senaduría para el presidente de este último partido, José Raúl Bauducco, votada por los ucristas. Esto generó el enojo de los demócratas cristianos que rompieron lanzas con Amit el 31 de julio a través de la prensa.
Entretanto, a nivel nacional, se produjo un cisma en la UCRI y en una convención el sector de Alende expulsó a varios "frondicistas".
Detrás de la "gran negociación" en torno a los electores, había otra. El peronismo comenzó a debatir si sus representantes debían asumir o no los cargos obtenidos en las urnas.
El 23 de julio, Matías Figueroa, secretario general de las 62 de la capital, renunció a su banca de diputado, y esa organización repudió la incorporación de los otros legisladores por contravenir la orden de Perón: Rubén Sierra y Carmen Balent de Gallego.
El 28 se realizó una Convención Provincial del peronismo y allí se votaron dos mociones: por la asunción o la dimisión. Se impuso la primera por 128 votos contra 70 y 8 abstenciones. Se aceptó la renuncia de Figueroa y José Eugenio Ferrero ocupó su lugar. El plenario también dispuso la reorganización del peronismo pampeano, lo que provocó numerosas renuncias como las de Olegario Holgado, Froy Regis, Justino García, Matías Figueroa, Serralta, Rubio, Cisneros y Bedis, entre otros.
Por su parte, José Regazzoli renunció a la concejalía de Santa Rosa como también el segundo de la lista, Félix Mariani. Pero el tercero, Raúl Washington González Fernández, asumió la banca.
El peronismo quedó partido, según las caracterizaciones de sus dirigentes y de la prensa, entre "concurrencistas", "confluencistas" o "integristas", y los "intransigentes", "duros" o "puros" o "principistas".

(SIGUE)

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