"Culatas" sindicales de la CGT o prácticas armadas en el oeste, también colaboraron para que el gobierno o la prensa pampeanos agitaran los miedos a la incursión de las organizaciones revolucionarias en la provincia.
La guerrilla no actuó en la provincia, salvo con algunos campamentos realizados en el oeste y contactos puntuales con militantes. Sin embargo, a comienzos de los 70, el gobierno y parte de la prensa agitaron los miedos de la sociedad con esa cuestión.