En noviembre de 1951 los pampeanos votaron por sus convencionales constituyentes y por la reelección del presidente Juan Domingo Perón. En pleno centro de Santa Rosa, durante el acto de cierre de la UCR, en el que estuvieron los candidatos Balbín y Frondizi, radicales y peronistas se trenzaron en un violento enfrentamiento.
Norberto G. Asquini
El 11 de noviembre de 1951 se votó por primera vez en La Pampa, poco después de que se votara su provincialización para empezar a dejar de ser un Territorio Nacional. Fue una elección histórica: se elegía a los quince convencionales constituyentes que iban a promulgar la Carta Magna provincial, fue la reelección de Juan Domingo Perón en la presidencia y por primera vez las mujeres ejercían el sufragio en el país. Además, no se votaba en todo el territorio pampeano desde 1943 y el pueblo volvía al cuarto oscuro después de ocho años.
Por supuesto que los adversarios del presidente Perón estaban en clara inferioridad de condiciones. Los radicales, divididos, lanzaron la fórmula Ricardo Balbín-Arturo Frondizi. Por los socialistas iban Alfredo Palacios-Américo Ghioldi, por el comunismo Rodolfo Ghioldi y Alcira de la Peña y por los conservadores Reinaldo Pastor-Vicente Solano Lima. Perón fue acompañado en las boletas por Juan Hortensio Quijano.
No eran tiempos fáciles para hacer campaña: poco antes de lanzadas las fórmulas se había desbaratado una conspiración militar contra el mandatario y a comienzos de noviembre Eva Perón fue hospitalizada. Muchos actos proselitistas terminaban en hechos violentos y desde la radio oficial el gobierno arengaba a votar monopolizando los medios. Los ánimos estaban por demás caldeados.
El 3 de noviembre, llegó a Santa Rosa el candidato a vicepresidente de la UCR, Frondizi, para hacer campaña en Santa Rosa. Ese día se iba a convertir en el del gran choque entre peronistas y antiperonistas en pleno centro de la capital provincial.
Acto central.
Pocos documentos se conservan de ese día, más allá de los recuerdos de algunos protagonistas memoriosos. La crónica, por supuesto que parcial, se puede reconstruir a través del periódico “Renovación” lanzado por el radicalismo para esas elecciones, fechado su segundo número el 9 de noviembre, el día que cerraron las campañas.
Junto a Frondizi llegaron desde Buenos Aires el senador bonaerense Héctor Noblía y María Roldán, de la Juventud Radical de esa provincia.
Los cronistas de la UCR hablan de que ese día llegó el postulante nacional y otros dirigentes para hablar “ante una cantidad extraordinaria de personas” estimada en más de 5.000. Los números podrían ser verosímiles, dado el acontecimiento político que congregó a comitivas del interior y seguramente al haberse convertido en una especie de acto central de la campaña del partido opositor.
El mitin se hizo frente al Hotel Comercio, comercio donde luego se iba a desarrollar una comida para los dirigentes nacionales y pampeanos, ubicado en la intersección de las calles Pellegrini y 9 de Julio. Desde temprana hora comenzó a llegar el público, la nota habla de que estaba colmado de jóvenes y de boinas blancas, para escuchar a los oradores “en su campaña de esclarecimiento de la verdad argentina”.
Discursos.
El acto lo abrió el discurso de Sadit Peyregne, candidato a convencial por Guatraché, y apenas comenzó a hablar fue interrumpido por manifestantes pertenecientes al peronismo que comenzaron a gritar “amparados bajo el refugio de la estación de servicio Falappa”. Es que ante el acto opositor, la CGT pampeana, cuyo titular era Natalio Masseroni, secretario de los empleados estatales, organizó una marcha de repudio para interrumpir el encuentro. Muchos de sus integrantes eran albañiles de la obra que se estaba realizando en la Escuela Hogar.
“El orador a lo largo de su disertación interrumpida insistentemente los invitó a escuchar la palabra radical, pero la grita continuó, operándose la reacción entonces de parte del público que enfrentó a los provocadores y los corrió”, afirma Renovación.
Le siguió en la palabra Ismael Amit, también candidato, y mientras hablaba “los provocadores desde la oscuridad arrojaron piedras contra la muchedumbre. Fue entonces cuando el orador responsabilizó al Gobernador de todo lo que ocurría y lo lamentable dijo, es que este funcionario sea ‘un hijo de La Pampa’”, refiriéndose a Juan Carlos Neveu.
El gobernador, precisamente, estaba en el balcón de la Casa de Gobierno, observando los hechos a una cuadra del acto. Afirma el periódico radical, no sin saña, “esperando a lo mejor ver pasar a los despojos de sus coterráneos heridos por las piedras y balines de acero que con hondas arrojaban, los que eran pagados por las autoridades del peronismo”.
Corridas y heridos.
Entre gritos a favor de la UCR y otros en contra, subió luego a la tribuna María Roldán. “La grita de los provocadores hizo que la señorita Roldán no pudiera seguir hablando”, afirma el periódico. Luego llegó el discurso del senador Noblía que acusó de autoritario a Perón. “Los provocadores que a pesar de las corridas que habían tenido que hacer se habían acercado nuevamente al núcleo grueso de la concentración al oír estas palabras prorrumpieron en gritos y siguieron arrojando piedras y fue en esa circunstancia, cuando la esposa del señor Evangelista Monto ya recibió en pleno rostro una pedrada, que le produjo lesiones de importancia”, relata la hoja.
Finalmente, habló Frondizi. “La turba que había recibido en muchos casos su merecido de parte de los radicales que le pedían a gritos que se callaran, pero como no entendían con palabras se armó una verdadera batalla campal. La policía era simplemente espectadora del acto y se dedicó exclusivamente a que no se le hiciera daño a los provocadores. En medio del desconcierto llegaron al lugar dos agentes montados y el público le pidió que procediera, mientras que el doctor Frondizi pedía al público que se quedara tranquilo que esos representantes de la autoridad habían de cumplir con su deber. Pero no fue así. Los agentes montados se concretaron a cuidar al grupo pagado que se mezclaba entre el público y recibía de él sólo el desprecio y empujones”, se comenta en el artículo.
Mientras hablaba el candidato, continuaron las pedradas y fue herido un joven que estaba en la concentración. “Una de esas piedras estaba dirigida al doctor Frondizi que ocupaba la tribuna la que no hizo blanco y fue a dar entre los cristales de la antesala del Hotel Comercio donde se encontraban varias señoritas y señores. También fueron arrojados balines de los que se usan en las construcciones que bien se sabe que proceden de la Obra de la Ayuda Social que se está construyendo pues varios de los que trabajan en ella estaban presentes y fueron los provocadores”, indica Renovación.
Un detenido.
Una vez terminado el acto, más de 250 personas asistieron al banquete servido en el hotel Comercio. “En un intervalo, la concurrencia brindó un aplauso de solidaridad para el correligionario Isidoro Rabinad, que en esa tarde había sido detenido por defender sus condiciones de hombre libre y de radical”.
Rabinad fue detenido por una denuncia del interventor del Partido Peronista y permaneció seis días en la comisaría de Santa Rosa. Renovación indicaba en un apartado que “en signo de rebeldía estuvo 73 horas sin comer y más de 50 sin dormir”.
La campaña a nivel nacional tuvo su mayor batalla campal en la noche del 8 de noviembre, cuando los radicales hicieron un acto multitudinario en la plaza Constitución de la Capital Federal, para clausurar la campaña. El encuentro terminó con una gresca, enfrentamientos con la policía y la desbandada general entre bombas de gases lacrimógenos y disparos de armas de fuego. Hubo 16 detenidos y varios heridos de bala.
Resultados.
El domingo 11 de noviembre, en lo que se consideró un plebiscito a su gestión, Perón fue reelecto para el período 1952-1958 por una proporción de 2 a 1 votos sobre la fórmula radical, mermada por el abstencionismo de una parte de ese partido. El peronismo logró 4,7 millones de votos y la UCR 2,4 millones. El resto de los partidos apenas contó ante la marcada polarización.
En La Pampa, los resultados dieron también una amplia superioridad oficial: para convencionales, sobre 67.248 votantes, el triunfo del peronismo fue muy amplio con 48.249 votos sobre el radicalismo que obtuvo 17.289 sufragios. Al adoptarse el sistema uninominal, los quince legisladores, cuatro de ellas mujeres, que integraron la primer Constituyente, fueron todos del partido ganador. Para presidente, Perón logró 49.773 sufragios (el 74%) sobre Balbín con 16.248 apoyos (el 24%).
Norberto G. Asquini
El 11 de noviembre de 1951 se votó por primera vez en La Pampa, poco después de que se votara su provincialización para empezar a dejar de ser un Territorio Nacional. Fue una elección histórica: se elegía a los quince convencionales constituyentes que iban a promulgar la Carta Magna provincial, fue la reelección de Juan Domingo Perón en la presidencia y por primera vez las mujeres ejercían el sufragio en el país. Además, no se votaba en todo el territorio pampeano desde 1943 y el pueblo volvía al cuarto oscuro después de ocho años.
Por supuesto que los adversarios del presidente Perón estaban en clara inferioridad de condiciones. Los radicales, divididos, lanzaron la fórmula Ricardo Balbín-Arturo Frondizi. Por los socialistas iban Alfredo Palacios-Américo Ghioldi, por el comunismo Rodolfo Ghioldi y Alcira de la Peña y por los conservadores Reinaldo Pastor-Vicente Solano Lima. Perón fue acompañado en las boletas por Juan Hortensio Quijano.
No eran tiempos fáciles para hacer campaña: poco antes de lanzadas las fórmulas se había desbaratado una conspiración militar contra el mandatario y a comienzos de noviembre Eva Perón fue hospitalizada. Muchos actos proselitistas terminaban en hechos violentos y desde la radio oficial el gobierno arengaba a votar monopolizando los medios. Los ánimos estaban por demás caldeados.
El 3 de noviembre, llegó a Santa Rosa el candidato a vicepresidente de la UCR, Frondizi, para hacer campaña en Santa Rosa. Ese día se iba a convertir en el del gran choque entre peronistas y antiperonistas en pleno centro de la capital provincial.
Acto central.
Pocos documentos se conservan de ese día, más allá de los recuerdos de algunos protagonistas memoriosos. La crónica, por supuesto que parcial, se puede reconstruir a través del periódico “Renovación” lanzado por el radicalismo para esas elecciones, fechado su segundo número el 9 de noviembre, el día que cerraron las campañas.
Junto a Frondizi llegaron desde Buenos Aires el senador bonaerense Héctor Noblía y María Roldán, de la Juventud Radical de esa provincia.
Los cronistas de la UCR hablan de que ese día llegó el postulante nacional y otros dirigentes para hablar “ante una cantidad extraordinaria de personas” estimada en más de 5.000. Los números podrían ser verosímiles, dado el acontecimiento político que congregó a comitivas del interior y seguramente al haberse convertido en una especie de acto central de la campaña del partido opositor.
El mitin se hizo frente al Hotel Comercio, comercio donde luego se iba a desarrollar una comida para los dirigentes nacionales y pampeanos, ubicado en la intersección de las calles Pellegrini y 9 de Julio. Desde temprana hora comenzó a llegar el público, la nota habla de que estaba colmado de jóvenes y de boinas blancas, para escuchar a los oradores “en su campaña de esclarecimiento de la verdad argentina”.
Discursos.
El acto lo abrió el discurso de Sadit Peyregne, candidato a convencial por Guatraché, y apenas comenzó a hablar fue interrumpido por manifestantes pertenecientes al peronismo que comenzaron a gritar “amparados bajo el refugio de la estación de servicio Falappa”. Es que ante el acto opositor, la CGT pampeana, cuyo titular era Natalio Masseroni, secretario de los empleados estatales, organizó una marcha de repudio para interrumpir el encuentro. Muchos de sus integrantes eran albañiles de la obra que se estaba realizando en la Escuela Hogar.
“El orador a lo largo de su disertación interrumpida insistentemente los invitó a escuchar la palabra radical, pero la grita continuó, operándose la reacción entonces de parte del público que enfrentó a los provocadores y los corrió”, afirma Renovación.
Le siguió en la palabra Ismael Amit, también candidato, y mientras hablaba “los provocadores desde la oscuridad arrojaron piedras contra la muchedumbre. Fue entonces cuando el orador responsabilizó al Gobernador de todo lo que ocurría y lo lamentable dijo, es que este funcionario sea ‘un hijo de La Pampa’”, refiriéndose a Juan Carlos Neveu.
El gobernador, precisamente, estaba en el balcón de la Casa de Gobierno, observando los hechos a una cuadra del acto. Afirma el periódico radical, no sin saña, “esperando a lo mejor ver pasar a los despojos de sus coterráneos heridos por las piedras y balines de acero que con hondas arrojaban, los que eran pagados por las autoridades del peronismo”.
Corridas y heridos.
Entre gritos a favor de la UCR y otros en contra, subió luego a la tribuna María Roldán. “La grita de los provocadores hizo que la señorita Roldán no pudiera seguir hablando”, afirma el periódico. Luego llegó el discurso del senador Noblía que acusó de autoritario a Perón. “Los provocadores que a pesar de las corridas que habían tenido que hacer se habían acercado nuevamente al núcleo grueso de la concentración al oír estas palabras prorrumpieron en gritos y siguieron arrojando piedras y fue en esa circunstancia, cuando la esposa del señor Evangelista Monto ya recibió en pleno rostro una pedrada, que le produjo lesiones de importancia”, relata la hoja.
Finalmente, habló Frondizi. “La turba que había recibido en muchos casos su merecido de parte de los radicales que le pedían a gritos que se callaran, pero como no entendían con palabras se armó una verdadera batalla campal. La policía era simplemente espectadora del acto y se dedicó exclusivamente a que no se le hiciera daño a los provocadores. En medio del desconcierto llegaron al lugar dos agentes montados y el público le pidió que procediera, mientras que el doctor Frondizi pedía al público que se quedara tranquilo que esos representantes de la autoridad habían de cumplir con su deber. Pero no fue así. Los agentes montados se concretaron a cuidar al grupo pagado que se mezclaba entre el público y recibía de él sólo el desprecio y empujones”, se comenta en el artículo.
Mientras hablaba el candidato, continuaron las pedradas y fue herido un joven que estaba en la concentración. “Una de esas piedras estaba dirigida al doctor Frondizi que ocupaba la tribuna la que no hizo blanco y fue a dar entre los cristales de la antesala del Hotel Comercio donde se encontraban varias señoritas y señores. También fueron arrojados balines de los que se usan en las construcciones que bien se sabe que proceden de la Obra de la Ayuda Social que se está construyendo pues varios de los que trabajan en ella estaban presentes y fueron los provocadores”, indica Renovación.
Un detenido.
Una vez terminado el acto, más de 250 personas asistieron al banquete servido en el hotel Comercio. “En un intervalo, la concurrencia brindó un aplauso de solidaridad para el correligionario Isidoro Rabinad, que en esa tarde había sido detenido por defender sus condiciones de hombre libre y de radical”.
Rabinad fue detenido por una denuncia del interventor del Partido Peronista y permaneció seis días en la comisaría de Santa Rosa. Renovación indicaba en un apartado que “en signo de rebeldía estuvo 73 horas sin comer y más de 50 sin dormir”.
La campaña a nivel nacional tuvo su mayor batalla campal en la noche del 8 de noviembre, cuando los radicales hicieron un acto multitudinario en la plaza Constitución de la Capital Federal, para clausurar la campaña. El encuentro terminó con una gresca, enfrentamientos con la policía y la desbandada general entre bombas de gases lacrimógenos y disparos de armas de fuego. Hubo 16 detenidos y varios heridos de bala.
Resultados.
El domingo 11 de noviembre, en lo que se consideró un plebiscito a su gestión, Perón fue reelecto para el período 1952-1958 por una proporción de 2 a 1 votos sobre la fórmula radical, mermada por el abstencionismo de una parte de ese partido. El peronismo logró 4,7 millones de votos y la UCR 2,4 millones. El resto de los partidos apenas contó ante la marcada polarización.
En La Pampa, los resultados dieron también una amplia superioridad oficial: para convencionales, sobre 67.248 votantes, el triunfo del peronismo fue muy amplio con 48.249 votos sobre el radicalismo que obtuvo 17.289 sufragios. Al adoptarse el sistema uninominal, los quince legisladores, cuatro de ellas mujeres, que integraron la primer Constituyente, fueron todos del partido ganador. Para presidente, Perón logró 49.773 sufragios (el 74%) sobre Balbín con 16.248 apoyos (el 24%).
(Publicado en Caldenia)
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