domingo, 12 de diciembre de 2010

Los documentos del espionaje policial (IV y última entrega)

Ultima parte de los archivos secretos de la Policía pampeana de los años 70. Entre los grupos que eran controlados por los “servicios reservados” estuvieron también jóvenes estudiantes de la UNLPam. Hay un documento curioso: se habla de que en una quinta de Santa Rosa habría estado el jefe montonero Mario Firmenich.

Norberto Asquini

Estudiantes.

Los jóvenes, sobre todo foráneos, eran apuntados por la Inteligencia policial. El 13 de noviembre de 1974, uno de los seguimientos se realizaron a varios estudiantes y militantes de la Facultad de Ciencias Económicas. Y da cuenta de cómo algunos vecinos colaboraban aportando datos. “Referencia en el barrio donde viven, dicen que se los ve poco, al parecer estudian mucho, el señor (X) me informó que efectivamente una noche vio mujeres a las que no reconoció, pero para él como están solos serían algunas compañeras, anoche fue controlado en forma muy reservada el domicilio de los estudiantes hasta horas 2.00, domicilio que permaneció cerrado y a oscuras”. Y también: “Cuando accionaban el timbre de la calle, antes de abrir miraban por la mirilla y según quien fuera el visitante, abrían o no. Sin comentario. Todos estos movimientos y dichos fueron vistos y escuchados por un electricista que los mismos habían llamado para reparar la instalación eléctrica de la casa que recientemente ocupaban, dando la información reservadamente a un empleado policial”.

El 14 de noviembre del 74 también se adjunta una nota en la que se pide “detener para identificar” a cinco estudiantes de Bahía Blanca que estaban en el INTA Anguil “y andan al parecer haciendo situaciones de confucionismo, tomar medidas al caso”, pedía.

La sombra de Firmenich.

También se realizaban controles de consultorios y croquis de quiénes vivían en determinada cuadra, como la calle Oliver y Alvear. O de personas que se atendían en el Hospital Lucio Molas y estaban de paso por Santa Rosa. Uno de los informes más reveladores es el fechado el 18 de diciembre de 1974, y hace una consideración tácita sobre el abogado y docente Hugo Chumbita. “En la quinta del extinto Chumbita (Nota: en referencia al padre de Hugo) se llevan a cabo y muy seguidas, reuniones en la que llegan personas de ambos sexos y por general jóvenes, temiéndose de que sean extremistas ya que en una oportunidad la mencionada quinta le sirvió como aguantadero al conocido y nombrado Ferminich (NdeA: por Mario Firmenich), por tal conocimiento y de acorde a órdenes impartidas por usted, me constituí en las inmediaciones de la referida quinta”. Consideraciones que en ese tiempo llevaron a muchos a la cárcel. Chumbita fue perseguido y detenido en diciembre del ‘75 en Capital Federal.

También hay agregada al archivo de informes una lista de los estudiantes y docentes detenidos en enero del ‘75 por tomar la Universidad Tecnológica Nacional de General Pico en protesta por su intervención.

En el oeste.

Otros tres informes hablan sobre un caso ocurrido en Santa Isabel que podía llegar a estar vinculado a la guerrilla. “A cuatro kilómetros, sobre la ruta 151 camino a Mendoza, se encuentra ubicada la estancia denominada El Chalet”, comentaba. Allí un peón que había sido despedido denunció a sus propietarios y la policía realizó un allanamiento. Explicaba: “la misma consiste que estos señores aparecieron en la estancia referida conduciendo una ambulancia y portaban armas largas, al parecer, metralleta o ametralladoras”.

La serie de documentos continúa. Contiene además panfletos que se arrojaron a las calles –de Vanguardia Comunista o el PCR–, referencias a alguna pintada de la JP, listas de quienes iban a los actos en Capital Federal como el del 17 de octubre del ‘75, la posibilidad de otro auto acuartelamiento de la Policía el 19 de febrero del ‘75 (iban a participar los policías Constantino, Aguilera, Marenchino y Tomás Díaz) y hasta el acto radical con Ricardo Balbín en octubre del ‘75 frente al Hotel Comercio. Toda una muestra de cómo desde la Jefatura se vigiló y controló las calles de Santa Rosa en los ‘70 sin que muchos supieran que el ojo policial estaba puesto en ellos.

(Publicado en La Arena)

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